fbpx

Tu entrenador personal idóneo

Entrenador personal con cliente entrenando

¿Cómo elegir a tu entrenador personal más adecuado para ti en un mercado donde exite tanta oferta y tantos influencers?

Hoy confrentamos la profesionalidad del sector, el estudio y la planificación del entrenamiento adaptado a las necesidades y circunstancias de cada persona y te contamos las malas praxis existentes y las tendencias de las redes sociales y sus ‘influencers’, las cadenas de gimnasios low cost o las apps de fitness que cada vez cuentan con más ‘followers’:

¡Es tan fácil caer en la atractiva y mágica oferta de las grandes cadenas de gimnasio!

“Consigue tus objetivos por sólo 9,95€ al mes”.

Sí, no está mal el precio, ¿verdad? Asequible a todos los bolsillos. Aunque tampoco estaría de más que al menos la primera vez que entras en un gimnasio con en esa enorme sala te explicaran cómo, para qué, cuánto y cuándo tengo que utilizar todas esas máquinas futuristas, e incluso aún mejor que te cambiaran la “tabla”, que no la planificación, al menos una vez cada 2 meses y no una vez al año (y eso si lo exiges).

Por otro lado, vivimos en la sociedad de la inmediatez y de los vídeos de 15-30 segundos entre los que destacan los métodos milagrosos de infinidad de influencers y deportistas que te aseguran lo siguiente:

“Si haces lo que yo, estarás como yo”.

La pregunta más importante que deberías hacerte es ¿y eso es lo que yo necesito? ¿realmente tiene una base de conocimiento que me permita progresar?

Te lanzo una pregunta. Si te encuentras a una persona que le han operado 30 veces… ¿te pondrías en sus manos para operarte simplemente por sus numerosas experiencias vividas? ¿No, verdad? Eso es lo que hacemos con el entrenamiento…

No, no hace falta gastarse miles de euros para conseguir un buen profesional, un entrenador personal y un entrenamiento personalizado, que esté acorde a tus objetivos y a tus necesidades.

Frente a ese mundo low cost y tan poco profesional existe una oferta infinita de profesionales de la salud. Conseguir un entrenador personal adecuado no es tan difícil, tan sólo necesitamos tan solo un cierto conocimiento (y referencias) para tener un criterio correcto a la hora de escoger dónde realizar mi inversión, hacer las preguntas adecuadas y ver que realmente es ese el que me merece la pena.

8 consejos para encontrar tu entrenador personal

En INGUZ vamos a ayudarte. Aquí te vamos a dejar que seguro favorecerán la elección de tu entrenador personal. Para ello nos apoyaremos como siempre en la ciencia y en los principios que nos dicen qué debe tener una planificación de un entrenamiento personalizado y adaptado a cada persona:

1. TOTALIDAD:

El entrenamiento debe ser un proceso multifactorial. Debe tener una visión de conjunto de todas las tareas. De nada sirve entrenar sin unirlo a una alimentación adecuada o viceversa, o aumentar la carga en peso si no realizo una técnica adecuada.

Un entrenador personal debe tener claro que entrenamos para estar jóvenes mucho más tiempo.

El objetivo de las sesiones debe tener una visión a largo plazo donde la progresión y la elección de actividades y ejercicios no caigan en el cortoplacismo y resultados inmediatos. Esto a su vez, nos evitara lesiones no solo inmediatas si no a largo plazo. ¿Cuántas personas conoces con achaques por una mala praxis de hace tiempo?

2. INDIVIDUALIZACION:

Las características morfológicas y funcionales de cada sujeto determinan este principio del entrenamiento. Cada persona es un todo con características propias y específicas, diferente de la de los demás en todos los aspectos (antropométrico, funcional, motor, psicológico, etc.).

Esto explica las diferentes reacciones que tiene cada sujeto a las mismas cargas de entrenamiento, independientemente del estado de forma.

Los beneficios del entrenamiento serán óptimos cuando los programas de trabajo se adapten de acuerdo a las capacidades y necesidades de cada sujeto, por lo que la individualización es uno de los principales requerimientos del entrenamiento personalizado. Y mucho más cuando padezco una patología o lesión…

Basándonos en este concepto os pregunto ¿cómo puede un video/programa de YouTube o Instagram saber en el punto en el que empiezo, mi nivel de técnica y mi objetivo concreto? ¿Cómo un monitor de sala podría personalizar el entrenamiento con una ratio de 3.000 alumnos como pasa en las grandes cadenas de gimnasio? Ahí está la clave para un entrenador personal, saber lo que necesita cada una de las personas que entrena y cómo conseguirlo.

El 94% de las personas que se apuntan a un low cost no llegan a terminar el año haciendo deporte. Es más, la viabilidad de estos low cost se basa en la recurrencia, pero no de los que van, al contrario, el negocio lo obtienen los que no van, los que firman un contrato por un año y mes a mes, cada tres meses o incluso pagando todo el año lo pisan una vez al mes y con suerte.

3. INTENSIDAD:

El organismo sometido a esfuerzo físico se adapta, progresivamente, para soportar cargas cada vez mayores.

Si el principio anterior de individualización no se cumple, es decir si mi entrenador personal no me conoce, lo más probable es que la intensidad de mi entrenamiento no sea la adecuada, bien porque sea demasiada baja con lo que me preguntaré por qué no consigo resultados o demasiado alta, lo que conllevará una lesión.

4. PROGRESIÓN:

La progresión en el entrenamiento puede abarcarse desde dos perspectivas diferentes:

  • Desde el punto de vista de la técnica, el entrenamiento, debe comenzar por lo simple, fácil y conocido, para progresar hacia lo difícil, complejo y desconocido.
  • Desde el punto de vista de la condición física, donde solo la elevación gradual y progresiva de las cargas logra mejorar la capacidad de entrenamiento, y eleva, por lo tanto, el nivel de rendimiento de los deportistas.

Una elevación continua y gradual de la carga que se debe realizar de forma escalonada, combinando sesiones de diferentes niveles de carga, seguidas de sesiones de descanso activo o total, durante las que el organismo se regenera y adapta, preparándose para nuevos incrementos.

La planificación es fundamental y el punto de inicio también. El plan de entrenamiento que me sirve a mí es probable que no le sirva al vecino, amiga o familiar de turno.

Por otro lado, nos debemos plantear el siguiente aspecto, si nunca he hecho deporte o una actividad física, ¿por qué pretendo correr una maratón en 6 meses, hacerme 80km de bici o apuntarme a crossfit para levantar 100kg?

5. CONTINUIDAD:

Como ya os contamos en el artículo anterior «el hábito sí hace al monje».

Los estímulos del entrenamiento deben repetirse de forma continuada para lograr mejoras en el rendimiento, dado que la ausencia de estimulación provoca efectos reversibles en los procesos de adaptación.

El entrenamiento, por tanto, debe entenderse como un proceso que se extiende varios años, en el que cada actividad se basa en los resultados de la actividad precedente, para reforzarlos y desarrollarlos, convirtiéndose en un estilo de vida.

Tu entrenador personal te conoce y formará parte del proceso que te ayudará a tener un apoyo que favorece adaptar los entrenamientos a tu día a día y época del año, favoreciendo que ese vaso de motivación rebosante con el que empezamos todos no se vacíe al 3º mes.

6. REVERSIBILIDAD:

La ausencia de estimulación provoca la pérdida de las adaptaciones conseguidas; los efectos del entrenamiento son reversibles y las adaptaciones logradas tras el trabajo se pierden si no son mantenidas por la actividad continuada.

Las mejoras logradas rápidamente en los procesos de adaptación, suponen rápidas pérdidas al cesar la actividad estimuladora; las ganancias logradas más lentamente implican un mayor período de mantenimiento.

Unos ejemplos:

  • Después de 2 meses de trabajo intensivo de fuerza, la detención total de la actividad determina una disminución importante de las cualidades de fuerza en 2 semanas y la vuelta al nivel inicial en 2-3 meses.
  • Las cualidades de resistencia obtenidas por un entreno específico de 2 meses pueden desaparecer completamente en 1.5 meses (Platonov, 1988).

Por tanto, la ciencia nos dice que no existen métodos milagrosos ni “operación bikini”, ni programas “pre-playa” que nos conducen a unos efectos adversos difíciles de revertir a largo plazo.

Los que creemos en el entrenamiento como un estilo de vida para mejorar la calidad de nuestra salud y paliar los efectos del paso del tiempo, recomendamos huir de esos entrenadores personales que prometen resultados a corto plazo y a perpetuidad.

7. ALTERNANCIA:

Los estímulos aplicados en los programas de entrenamiento deben ser variados para evitar la monotonía y el estancamiento.

La planificación del trabajo de tu entrenador personal debe ser organizada de modo que las diferentes tareas y su intensidad se sucedan alternativamente.

Está muy bien bailar pero ya te decimos que JLO no está así solo por hacer zumba.

La alternancia la podemos tratar según la intensidad de la carga, según la recuperación relacionada con el tiempo de trabajo y según los distintos grupos musculares trabajados.

Busca una actividad que te divierta, pero donde los estímulos varíen y sean efectivos.

8. FUNCIONALIDAD:

Aquí englobaremos 4 aspectos: multilateralidad, transferencia, especificidad y especialización.

Salvo que compitas por ello, tu entrenamiento debe servir para algo más que la estética, debes buscar un entrenamiento funcional.

Todos, sí todos, tenemos un cuerpo asimétrico. Por eso debemos trabajar en esas descompensaciones y las cadenas musculares para favorecer el movimiento y no para limitarlo por muy fuertac@s que nos prometan estar:

Si eres hombre entrena también pierna y si eres mujer entrena tren superior: tanto el cupo de flamencos como de ‘Kardashian’ ya están cubiertos.

Nuestro entrenamiento debe tener una transferencia tanto a nuestro deporte como a nuestra vida cotidiana. Si después de un entrenamiento limito mi capacidad de moverme, bien por agujetas, congestión, perdida de movilidad o flexibilidad, a medio plazo estoy abocado a sufrir alguna lesión o patología provocada por esas descompensaciones.

Tengo que ser capaz de que mi entrenamiento me permita salir corriendo al bus sin ahogarme, poder rascarme la espalda sin problema o coger a mi hijo, nieto o sobrino sin que al día siguiente se me resienta la espalda.

En el caso de practicar un deporte en concreto este apartado se multiplica, todo mi entrenamiento de compensación o auxiliar a mi deporte debe ir orientado única y exclusivamente a tener una transferencia positiva y mejora del rendimiento en mi especialidad.

Estos 8 principios son los que cualquier entrenador personal debería tener como parte de su credo. Al menos en nuestro método (el ciclo INGUZ) , los entrenamientos más personalizados se basan en ellos.

¿Tienes ya claro por qué elegir un entrenador personal que se preocupe por tus necesidades, que entienda lo que necesitas, que te motive, que adapte tu entrenamiento?

Por tu salud, busca, investiga, pide precio, pide referencias… Seguro que tu entrenador personal está ahí esperándote para ayudarte.