El entrenamiento funcional ayuda a cualquier persona a ser más eficiente y saludable en sus actividades diarias: tu futuro empieza es hoy.
Existe el convencimiento por la gran mayoría de la sociedad, por no decir de su totalidad, de los beneficios irrefutables que el deporte ofrece a nuestra salud.
Igualmente es cierto que en estos años en los que hemos experimentado lo que significa una epidemia, he de decirte que ya llevabábamos sufriendo una «silenciosa» que, aunque no la denominen como tal, se introdujo en nuestro país procedente de los Estados Unidos a principios del año 2000 y ha tenido una expansión brutal (viral) en gran parte de nuestra población. Me explico…
Las proteínas y las máquinas para cultivar el cuerpo son la nueva moda que domina en España desde que el culto al cuerpo se ha convertido en uno de los ejes principales de la vida de una gran parte de la sociedad. Por ello que los gimnasios se llenan de una multitud que vive pendiente de la perfección de sus cuerpos y creen en la salud como un concepto holístico de culto al mismo. Los entrenamientos de este tipo de centros están únicamente basado en la estética, buscando básicamente el desarrollo del músculo y, por tanto, cada entrenamiento se orienta haca una zona corporal concreta.
¡Cuidado! No afirmemos que estos no sean entrenamientos válidos, como tantos otros, pero sus resultados a largo plazo generan un menor beneficio, si introducimos el concepto «saludable».
A diferencia de toda esta mentalidad, existen otras metodologías que buscan un bienestar de futuro en detrimento de unos resultados inmediatos que serán muy visuales pero carecen de funcionalidad en nuestra vida cotidiana. Hoy nos adentramos en uno de ellos: el entrenamiento funcional.
El entrenamiento funcional se basa en el concepto de salud y prevención, en el que por supuesto también se consigue una mejora del rendimiento físico y de la estética corporal.
El entrenamiento funcional es una metodología de acondicionamiento físico que busca trabajar patrones de movimientos preparando la musculatura para acciones de la vida cotidiana y la mecánica natural del cuerpo. Es decir, se basa en la acción motriz del movimiento o del gesto que realiza tu cuerpo y, de esta forma, trabajamos sobre la musculatura que lo hace posible, sin realizar rutinas divididas, sin aislar músculos.
En el entrenamiento funcional predomina el concepto del cuerpo como un todo, enfocando el entrenamiento en varias partes de manera simultánea, buscando a la vez un estímulo para desarrollar la musculatura estabilizadora del tronco y la columna, responsables de una buena postura corporal, tanto en nuestro día a día, como en la práctica deportiva.
Para realizar cualquier ejercicio o movimiento deberíamos partir de una postura corporal correcta para una adecuada ejecución evitando así descompensaciones y posibles lesiones.
El entrenamiento funcional se basa en el concepto de salud y prevención, en el que por supuesto también se consigue una mejora del rendimiento físico y de la estética corporal.
Se diferencia de otros entrenamientos que anteponen la estética a la propia salud, pudiendo surgir contraindicaciones y riesgo de lesión. Liu, C., Shiroy, D.M., Jones, L.Y. et al. Systematic review of functional training on muscle strength, physical functioning, and activities of daily living in older adults. Eur Rev Aging Phys Act 11, 95–106 (2014);
El entrenamiento funcional ayuda a las personas a ser más eficientes y saludables en sus movimientos diarios y su actividad cotidiana:
- ¿Pasas muchas horas sentado trabajando o en casa?
- ¿Tienes dolores en las cervicales, la espalda, los lumbares, la cadera o la rodilla?
- ¿Tienes que recuperarte de una lesión?
- ¿Llegas sin energía al finalizar el día?
- ¿Quieres perder grasa o ganar fuerza ?
- ¿O simplemente quieres mejorar tu salud, tu calidad o estado físico en general?
Para todas estas preguntas-problemas tan habituales, el entrenamiento funcional es la mejor respuesta-solución porque es un entrenamiento que no va destinado a deportistas de élite donde prima el rendimiento deportivo para la competición, tampoco está destinado a la estética y al desarrollo hipertrofia del músculo, simplemente ayuda a las personas a ser más eficientes y saludables en sus movimientos y actividades cotidianas.
¿Pero qué beneficios te puede aportar el entrenamiento funcional?
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Trabaja todas las capacidades básicas. A diferencia de otros método, dentro de su programación, en el entrenamiento funcional se engloba fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad y coordinación.
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Es un método de entrenamiento adaptable a todas las personas y edades. Los patrones de movimiento son inherentes a todos las personas y edades. Todo el mundo puede practicar este tipo de entrenamiento adaptando sus ejercicios a sus capacidades, realidad y condiciones. Da igual que seas un deportista de competición o una persona de 95 años.
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Trabaja la musculatura para la vida diaria. No se centra en movimientos aislados, esto no tendría sentido. Debemos tener en cuenta, por ejemplo, que nuestro cuerpo utiliza todas sus articulaciones en una acción tan simple y rutinaria como la de andar. Todos saltamos, corremos, cogemos cosas… Se trabaja toda la musuculatura de forma global tratando de imitar movientos de la cotidiaidad con patrones como camina, subir escaleras, sentarse, agacharse, cargar, empujar, trasladar o arrastrar un peso, etc.
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Es muy dinámico y motivador, permite utilizar cualquier material deportivo o incluso casero y también tu propio peso corporal. Mezcla ejercicios, técnicas y gestos de otras disciplinas deportivas como la halterofilia, la calistenia, el pilates, el yoga, el crosstraining, el animal flow…
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Mejora la movilidad articular. Esto es imprescindible para la corrección postural. Dado que nuestras rutinas y trabajos, cada vez más sedentarios, se está generando un aumento de problemas de espalda, normalmente, adoptando actitudes cifóticas (cabeza y hombros adelantados junto a una acentuación de la curvatura torácica).
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Previene lesiones. Aunque nadie está libre de tener una lesión, conseguir una mayor eficiencia en la ejecución y el gesto motriz hace que se reduzca el riesgo de lesión.
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Alivia el estrés. Toda práctica deportiva está ligada a la liberación de endorfinas que son unas sustancias secretadas en el encéfalo que contrarrestan el estrés y el síndrome metabólicas, produciendo sensación de analgesia y bienestar.
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Mejora tu salud cardiovascular: Al trabajar todas las capacidades básicas, ahí entran también nuestro corazón y nuestros pulmones. Ejercitar de manera adecuada la resistencia y capacidad de estos dos órganos, se antoja imprescindible si queremos vivir más de…¿100 años? ¿por qué no?
Todo entrenamiento juega un papel importante en el equilibrio que necesitamos entre nuestro cuerpo y mente. Pero es fundamental saber que todos nuestros actos del presente tendrán su recompensa, para bien o para mal, en un futuro. Por lo tanto, debemos de pensar que TU FUTURO EMPIEZA HOY y el tipo de entrenamiento que realices será la base del tipo de vida que tendrás en los próximos años.