¿Son las agujetas son buenas o malas? ¿Son sinónimo de un trabajo bien hecho? ¿Debo entrenar si tengo agujetas?
La mayoría de las personas creen en la afirmación de que si tienes agujetas es que has trabajado bien, pero no siempre es así.
Las agujetas o el dolor muscular post esfuerzo de aparición tardía (DOMS) no es más que una transformación en el tejido estructural del músculo. Al movernos o entrenar hacemos trabajar nuestra musculatura y la sometemos a un esfuerzo mayor al que estamos acostumbrados, lo que nos va a provocar micro roturas en las miofibrillas musculares, lo que conlleva un dolor que generalmente se acentúa a las 48h del esfuerzo.
«Tratamiento» para las agujetas
En general, las agujetas no suelen ser limitantes para la posterior realización de deporte, pero en los siguientes días, lo más aconsejable es una actividad ligera que supere los 20 minutos. Siempre es fundamental realizar un buen calentamiento, más aún cuando padecemos las famosas agujetas, que tendrá que ser más progresivo de lo normal y nos ayudará a mejorar la sensación de rigidez gracias al aumento de temperatura muscular y el mayor riego sanguíneo.
Por otro lado, realizar una buena pauta de estiramientos y masaje miofascial (foam roller), será un factor fundamental para evitar la reaparición en días posteriores.
En conclusión, las agujetas no son «malas» y ningún deportista, por experimentado que sea, está exento de padecerlas. Más cuando realiza una actividad a la que no está acostumbrado, «sorprende» a su musculatura, o tiene una subida de intensidad controlada y planificada en los entrenamientos. Pero, CUIDADO, como hemos dicho, no es ningún indicativo de haber entrenado correctamente. Lo más probable es que si tienes agujetas de gran intensidad es porque te hayas pasado en volumen de entrenamiento o si aparecen localizadas en un sitio concreto, puede ser que tu técnica no haya sido la adecuada, más aún cuando pasa de ser una molestia a un dolor (incluso limitante durante días).